sábado, 31 de octubre de 2015

PD: Te amo.

"Querida Holly, no tengo mucho tiempo, no me refiero literalmente, estás afuera comprando helados y regresarás a casa pronto. Pero presiento que esta es la última carta, porque solo hay una cosa más que decirte. No se trata de ir a un país o que compres una lámpara, tú puedes cuidarte sin ayuda mía. Es decirte lo mucho que me mueves. Cómo me has cambiado. Me hiciste un hombre al amarme, Holly. Y por eso me siento tremendamente agradecido. Literalmente. Si puedes prometerme algo, prométeme que cuando estés triste o insegura o pierdas por completo la fe, que tratarás de verte a ti misma con mis ojos. Gracias por el honor de ser mi esposa. Soy un hombre sin arrepentimientos. Tengo suerte que seas mía. Tú haces mi vida, Holly, pero solo soy un capítulo en la tuya. Habrá más. Lo prometo. Aquí viene el grande. No tengas miedo de enamorarte de nuevo. Ten cuidado con esa señal, no vaya a ser que termine. Posdata, siempre te amaré."
El único misterio sobre el gato es saber por qué ha decidido ser un animal doméstico.

C. Mackenzie


jueves, 29 de octubre de 2015

"Una vez fuiste salvaje.
No permitas que te domestiquen".

(You were once wild here. Don't let them tame you.)


Isadora Duncan


Ne me quitte pas

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esa cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

Dime que quieres, y seré eso por ti.


martes, 27 de octubre de 2015

Cuando me amé de verdad

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
Charles Chaplin.
 No tengo esperanzas, 
 tengo la confianza lastimada. 

Juan Gelman


lunes, 26 de octubre de 2015

Let it be.

And when the night is cloudy there is still a light that shines on me. Shine until tomorrow, let it be.


Y cuando la noche es nublada hay todavía una luz que brilla sobre mí. Brilla hasta mañana, déjelo ser.

El juego en que andamos


Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Juan Gelman